viernes, 23 de octubre de 2015

Punto Flotante, de lo escrito a lo concreto. Un proyecto de Esteban Serrano.



Por Paula Bustos Flores / Chile.
Imágenes cortesía de Francisco Jullian  http://cargocollective.com/fjullian



Colgado en el pasillo que une el Museo de Bellas Artes y MAC Forestal, una larga infografía extendida de manera vertical y que pasaba casi desapercibida describía el trabajo de Esteban Serrano (Santiago, 1987), joven diseñador de la UC que instruía a través de esta gran hoja las ideas previas, planos técnicos y fascinaciones filosóficas que conforman su proyecto: Punto Flotante. Una intervención lumínica efectuada en una céntrica azotea de la capital que encontró su escenario de exhibición en el marco de la 12 Bienal de Artes Mediales desarrollada en octubre pasado en Santiago. El proyecto realizado como parte del Laboratorio Eigengrau (del alemán ‘gris propio’) impulsado por Javier Toro Blum en donde se realizaron creaciones en torno a diversas experiencias de percepción visual y estudios lumínicos. 


El proyecto de Serrano trabaja en base al movimiento del  sol, se cuestiona sobre lo que sucede con los reflejos luminosos del astro sobre las cosas y pone énfasis en cómo estos destellos son entendidos y/o comprendidos por la gente. La obra monumentaliza, por medio de un simulacro, el juego de reflejar los haces de luz solar cambiando su dirección al oponerles la superficie de un espejo. En este caso, se utilizan tres espejos belgas redondos que permanecen soportados cada uno en  3 heliostatos (máquinas automatizadas para reflejar la luz). Esteban Serrano da forma a esta simulación accidental interviniendo el espacio urbano. Es en la azotea de un hotel en la intersección de Agustinas con Mac Iver donde dispuso sus tres máquinas que por medio de un software confeccionado por el mismo, utilizando el entorno de programación Grasshopper en interacción con Arduino, le permite controlar el sutil movimiento de sus espejos ajustándolos al recorrido horizontal – vertical y en forma de arco del sol en el cielo. 


Un proyecto de sol, que experimenta desde la proyección de su luz y que se restringe en aparecer si es que el clima no le acompaña; pero que al verlo en funcionamiento permite el cuestionamiento sobre si estos puntos que flotan en la pared ciega del edificio de en frente son producto del azar o estos puntos luminosos están siendo provocados por alguien. Las medidas de distancia entre la terraza y el muro son alrededor de 20 mts, y la altura del muro ciego en donde aparecen las órbitas creadas es de unos 50 mts.




¿Tuviste alguna guía en la fabricación de las maquinas o cómo llegaste a la formulación del diseño?

Para el diseño de las máquinas fui haciendo pruebas con diferentes formas, lo único que sabía era que tenían que tener dos ejes de movimiento, uno horizontal y otro vertical. También sabía que el movimiento de las máquinas debía ser muy preciso y también muy lento. Además de que las maquinas debían soportar el peso de los espejos. Por ejemplo, el más pesado pesa aprox. 10 kg.


¿Está bien si al proyecto se le llama OBRA o prefieres que se use otro término. Si es así, cuál?

Si, ningún problema con que se llame obra, el nombre oficial es Punto Flotante. El nombre Punto Flotante también hace referencia a la forma en que se llaman los números con decimales dentro del ámbito de la computación. Le puse así porque el software hace muchos cálculos de números con decimales muy grandes para controlar los espejos.
 

Más allá de la Franqueza de la Luz; en su Intencionalidad


Esteban define su propuesta desde cómo es posible intervenir el espacio de manera mínima para ver si esto afecta o transforma de algún modo la cotidianeidad influyendo en la percepción del tiempo en la ciudad. De esta forma y persiguiendo la ruta oriente/poniente, los reflejos de luz van dibujando la trayectoria como imitando un reloj solar. Los espejos cada uno con tamaño, movimientos y posiciones diferentes  direccionan los haces de luz y los conducen a la pared sur de un alto edificio de oficinas que irrumpe en el centro histórico, sirviendo de soporte. A lo largo del día y en horas determinadas se produce el encuentro periódico de estas formas ovaladas reflejadas y flotantes. La superficie ciega del edificio es donde se manifiestan estas imágenes de luz. ‘Lo que siento que puede haber de arte en este proyecto; viene de la mano del diseño y su intención de lenguaje, de comunicar el tiempo. Cuando los puntos de luz reflejados se juntan marcan la hora en punto y luego se separan nuevamente a medida que transcurre la hora, logrando una recurrencia que pretende formar un lenguaje visual. Me cuesta ponerlo en términos artísticos; pero la dimensión de arte está más en que, para mí, el transeúnte podría estar mirando esto y pensar (ya que las máquinas no se ven desde la calle) en lo que esto es: ¿un fenómeno espontáneo o intencionado? Para mí el diseño se presenta en el lenguaje del movimiento de los espejos y la dimensión artística, si se quiere, en la duda’ apunta Serrano. Como su obra es compleja, prácticamente imperceptible (debido a que funciona directo con los rayos) y a la vez estática Esteban ha realizado su registro tomando fotografías controladas en time lapse de 20 segundos por cada captura en un rango 2 horas con lo que ha hecho unos .gif para visualizar de mejor forma su estudio. Para ver más visite blog.esrs.co.






 
Otro elemento patente en la obra de Esteban Serrano es el interés por el espacio existente no utilizado y señala que su proyecto es como hacer un grafismo perecedero con luz que al ser registrado queda marcado para siempre en un lugar sin carga simbólica. ‘Mi trabajo tiene que ver con el azar desde la espontaneidad de la aparición lumínica, pero para que todo esto ocurra en la obra debe haber precisión, experimentación desde la astronomía, electrónica, tecnologías y locura’.


El sol es el medio entonces. ¿Cuál es el fin en tu propuesta?

El fin es el espacio.


Registro instalación:



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