Consideraciones en torno a la Performance por
parte de Elizabeth Neira y Gustavo Solar, artistas chilenos participantes de HÉLICE, primer Festival Internacional de Performance en Ecuador Mayo/Junio 2015.
Eli Neira es poeta y performancista. Ha
participado en encuentros de poesía y performance en Chile, Perú, Argentina,
México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil,
República Dominicana, Canadá, España y Suecia. Ha publicado en antologías de
Chile, Argentina, Perú, México y España. Ha desarrollado la docencia en
talleres en México, Ecuador, Chile y Argentina. Actualmente dirige la
microeditorial “Abyecta Ediciones Rabiosamente Independientes”. También realiza
encuentros de poesía y performance como productora de arte independiente a
través de la productora fantasma poesiAccion, autodefinida como, gestión de
cultura requetekontra independiente.
La
fotografía corresponde a Acción Desalojo Abril 2013 Pasaje Hurtado Rodríguez
Barrio Yungay. Registro de El Cubo
Gustavo Solar, 1989, es Licenciado en Artes
de la Universidad de Chile, ha realizado
performance y exhibido en Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia y distintas
ciudades de Chile. Es organizador y gestor del encuentro de performance y
nuevos paradigmas Escena Fractal y de Aut, Activación Autónoma Temporal. Ha
participado como artista y productor en
Deformes y recientemente ha sido invitado al festival internacional de
performance “Independence Dom” en República Dominicana.
La
fotografía corresponde a la acción
realizada en Independence Dom, Puerto Plata, República Dominicana 2015.
Registro de Jochi Muñoz.
¿Cómo llegó
al Performance como lenguaje expresivo? ¿Por qué esta forma de hacer es la
utiliza como medio artístico?
E.N: Llegué al performance a través de la
poesía y a la poesía después de una depresión que me llevó a cambiar mi oficio
de periodista por artista. Podría decirte que llegue al performance después de
una crisis existencial de magnitud que partió mi biografía en dos partes.
G.S: La práctica llego a mi intuitivamente,
“violentamente hermoso” como leí en algún lugar, por un lado estaba el no
interés de la escuela de arte por el tema y la volcánica inquietud personal tras
la que fui entendiendo que la riqueza de hacer performance perfora la
acumulación normativa, no solo de los cuerpos, sino también de sus
instituciones, por lo tanto, hice senda paralelamente por fuera de la U, en
lugares alternativos, tome talleres en okupas, hice encuentros con pura pasión
entendiendo el coeficiente libertario que posibilitaba y su invitación a más
mundo.
Su
presentación en Quito ¿Es un trabajo pensado contextualmente o su acción
prolongará alguna otra desarrollada previamente? Profundice su respuesta.
E.N: En mi caso nunca se lo que voy a hacer.
La performance es un arte situacional que surge en un momento y contexto
determinado. No es teatro por lo tanto no tiene guión, sino una muy leve idea
de lo que uno podría hacer, pero eso siempre lo determina el momento. La
materia prima de la performance es la realidad y el cuerpo. El cuerpo del
artista inserto en un eje espacio temporal que nunca es igual, sino siempre
irrepetible. En ese marco el performance es una respuesta de ese cuerpo a esa
realidad, una respuesta codificada a través de los códigos del arte.
G.S: Quito, es una ciudad muy importante en
mi vida, llegue allí el año 2012 y viví tres meses en un barrio cerca de
estación La Marín, en un hotel muy pobre, de inmigrantes! Fui artesano temporal
con el gran amor de mi vida. Así es que, más allá de pensar en una obra la obra
me está pensando; esperando… Es inevitable que todo lo que realizaré esté
envuelto por mi estadía previa y visitas a esa ciudad, pese a ello la acción
que realizare es inédita
¿Tiene
alguna importancia para usted el lugar donde ocurre la acción? ¿Ha elegido el
lugar donde llevará a cabo su performance o estando en Ecuador tomará esa
decisión? Si usted ya eligió su lugar comente el porqué de su elección, de lo
contrario comente las características ideales para su intervención.
E.N: Los lugares llegan a uno. A mí me gustan
los lugares que presentan una cierta densidad histórica o social. Para mi
trabajo los espacios neutros o higienizados no me atraen. He hecho performances
en lugares muy diversos como fábricas abandonadas, playas, calles, escaleras,
basurales, etc. En general se produce un diálogo con la energía del lugar y la
performance aparece como una respuesta a lo que el lugar está sugiriendo. Esta
respuesta puede ser también una provocación como llevar la basura doméstica al
espacio de la galería.
G.S: Es muy importante, creo que eso lo veré
allá… pero es importante el lugar.
¿El trabajo
que realizará cómo responde al: ¿Y AHORA QUÉ? Formulado en la
convocatoria?
E.N: Yo fui invitada de manera directa. El
año antepasado ya había trabajado con la Multinacional y conocían mi trabajo
por lo que mi inclusión en la muestra fue a través de una invitación personal.
G.S: Y ahora qué? Es una pregunta
interesante, porque es como transferir la responsabilidad al otro! Muy de este
tiempo, creo que ahí los chicos de La Multinacional juegan a entrever la muerte
del relato neoliberal; lo que nos preguntamos todos después de darnos cuenta de
cómo actúan los estados modernos en nosotros! Y ahora qué? Ya no quiero preguntármelo.
Según su
criterio: ¿Podría hablarse de una escena de performance en Latinoamérica?
Siguiendo esta misma línea ¿Tiene su intervención algún residuo de identidad
local?
E.N: Pues claro que hay una escena, la hay
hace mucho tiempo. Una escena que solo en Chile es invisible pero que en el resto del continente ya ha pasado a
formar parte de las bienales y festivales más importantes de arte
contemporáneo, como ocurrió este año con nuestra participación en la Bienal de
Sao Paulo, donde cerca de 5o performeros de todo el continente fuimos invitados
a intervenir el espacio de entrada de la Bienal. Ahora bien siendo el performance un arte
situado evidentemente si uno trabaja desde américa latina para américa latina
pues este trabajo tendrá necesariamente rasgos locales o de identidad local.
Aunque yo más bien hablaría de una pregunta más que una respuesta. Pienso que
la performance plantea preguntas no da respuestas.
G.S: Si. Claramente se está formando un
entramado, una escena; precaria, fragmentada (aún). Esta escena ha venido
produciendo sus propios nodos comunicacionales, encuentros, coloquios, textos,
hay una energética muy clara en confluir y ser termómetro de lo que nos
acontece y de lo que no. Creo que todo trabajo que uno realice, nacerá de un prisma
cultural hibrido, es inevitable; ahora hablar de identidad local es muy
delicado … no sé si eso existe concretamente o es un ideal narrativo residual,
desconfio mucho de las producciones de subjetividad dominantes, ahora sí, creo
mucho en los contagios y sobre todo en la urgencia de mirar en las
cosmovisiones de los que estuvieron aquí antes de que llegaran los hombres-caballos;
y esto lo menciono no por romanticismo existencial, sino por afinidad
ética-política-creativa.
De acuerdo a
lo conversado con los organizadores del festival; estarán participando Eli
Neira y Gustavo Solar como propuestas chilenas. ¿Trabajarán colaborativamente o
cada uno tiene su proyecto individual?
E.N: Con Gustavo hemos colaborado muchas
veces pero en esta ocasión no sé si haremos algo juntos, habrá que ver. No lo
hemos hablado. Por mi parte estoy
siempre dispuesta a procesos colaborativos con los pares con los que me siento
cercana como es el caso de Gustavo quien es además un gran amigo.
G.S: Hasta ahora cada uno va con su proyecto
individual, pero con la Eli hemos trabajado juntos antes! Y es un honor
trabajar con ella, es mi amiga y colega. Tal vez le proponga colaboración.-
quien sabe…
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